Estamos demasiado enganchados a la tecnología. Cada día pasamos más de dos horas conectados a algún dispositivo digital, lo cual es mucho tiempo. Es probable que la mayor parte de nuestro tiempo de ocio lo invirtamos en estar conectados al móvil. Sin embargo, lejos de proporcionarnos felicidad, el móvil nos hace más dependientes. No propongo que renunciemos a los beneficios de esos dispositivos, sino que no dejemos de hacer otras cosas para estar conectados.
