Escuché esta afirmación hoy mismo y me impresionó. No porque sea una frase bonita, no porque sea algo estupendo que podemos decirle a alguien como respuesta a sus dudas, sino porque alberga un aprendizaje potente que todos/as deberíamos asumir. No se trata sólo de amar más y rumiar menos. No es simplemente ser enamoradizo y pasional. No es dar importancia sólo a las emociones olvidando todo lo demás. Es algo con lo que estoy plenamente de acuerdo: Habitualmente no buscamos las respuestas en nosotros mismos, sino que queremos que todo nos venga dado de fuera. O, también, no nos escuchamos todo lo que deberíamos.
