Desde muchos círculos se nos propone como forma de ser feliz: vivir el presente, nada más. Sin embargo, hay quien cuestiona este idea porque no podemos deshacernos de nuestro pasado, porque nos constituye, nos forma y nos hace llegar hasta donde estamos hoy. Tampoco es demasiado viable no mirar hacia el futuro porque debemos marcarnos metas y objetivos en nuestra vida. Además,, normalmente asumimos compromisos a largo plazo: una compra, un contrato, que nos obligan en un largo periodo de tiempo.
