A veces nos complicamos la vida en cosas realmente sencillas. Un simple problema de tráfico, una llegada tarde, un trabajo que no sale a tiempo, un pinchazo, una avería de un electrodoméstico en casa… y tantas otras cosas, hacen que nuestro día se convierta en un desastre y nada funcione a partir de entonces.
En ocasiones, además, todas esas cosas se van sumando o alguna de ellas y nuestra vida se convierte en un desastre, la clave para solucionar esta situación es preguntarnos si de verdad es todo tan complicado, ¿es realmente tan grave eso que nos sucede?
